1. Aquí se cuenta cómo al sin-sentido de la vida, se le convierte en sentido y plenitud.
2. Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espíritu.
3. aquí se reniega de los sacrificios, del sentimiento de culpa y de las amenazas de ultratumba.
4. Aquí no se opone lo terreno a lo eterno.
5. Aquí se habla cuidadosamente de la revelación interior, a la que llega todo aquel, que cuidadosamente medita en humilde búsqueda.
sábado, 13 de octubre de 2007
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2 comentarios:
No sé si pueda hablar mucho de lo escrito... parece todo muy claro, nítido, preciso... quisiera un alcance pequeño hacer.
¿Cuánto conflicto ha ocurrido en este mundo por ese intento maniático de girar hacía sí mismas las preocupaciones entre lo terrenal y lo celestial? –como si existieran, de modo que existieran, de manera separada.
Sentimos creer que la manera de alcanzar lo eterno es despidiéndonos de lo terrenal. Ideas mal copiadas del budismo tenemos –lo terrenal, y su enseñanza, es un paso hacia lo esencial, no como ese arrojo occidental de dar hasta que duela, o mientras menos bienes tengamos más cerca nos encontramos-.
Cuánto del tiempo nos ocupa preocuparnos de nuestras faltas y errores, pensando que lo eterno se valdrá de ello para juzgarnos, en vez de girar nuestras preocupaciones a lo que ocurre ahora, en este preciso instante, con nuestro alrededor. Si lo eterno es eterno, no se preocupará porque nos encontremos condescendiendo y cabizbajos rindamos elogios y alabanzas. Si existe un motivo que podamos justificar, ese motivo es la otra persona.
La meditación nos hace ser y ser-otro
Un beso!
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